donde Coscarello y sus Mogólicos se expresan contra su voluntad.

lunes, agosto 30, 2004

unidos en pringles

un fin de semana con amigos...
viernes con Sir Waldo, noches francesas, y el benemérito oráculo Andradino, con su gorro montañés y mirada estroboscópica. Regada de vino y Fumancio con todas sus luces cultivadas, la noche linda y fotográfica que ya pondré en vidriera a su tiempo. Lo más importante de esa noche fue enterarme de que estuve en sueños de Andradino, inspirando música cancionera y pegadiza, y que esas excelencias, propuestas movedizas, el domingo se trabajarían en Estudios Dalton. La agrupación se completaría con Nariz de Pimpollo Griego, que con su guitarra escurridiza daría la novela perfecta para este recopilatorio. No fue así, pero queda pendiente. La idea es que esos sueños cancioneros vayan rotando de mano en mano y completándose, adhiriendo capas y más capas de sonidos varios, de Córdoba a La Plata, una autopista sonora (de algún lado saqué esta frase) que se arma como un rasti. Ayer domingo nos juntamos en la Huerta de Dalton para disfrutar junto a Fumancio y a sus micrófonos-no-escondidos de las melodías cordobesas de Andradino, le agregué algunos bajos con mi amigo (qué dulce encuentro, con mi ex-bajo inglés Shergold, comprado por 250 libras en una tienda del verdadero rock, luego adquirido por Dalton). Y lo demás vendrá solo.
Sabado, también encuentro amigos... fuimos a participar del festival Antiimperialista. Recuerdas? La frase en la remera del Che era para esa ocasión antiyanqui, pero dado el exito de la convocatoria y mi poco tiempo disponible, al mismo tiempo la excelencia lograda por algunos en cuanto a imaginación y originalidad, suspendí la pintada de la remera para abocarme a la guitarra. Nos juntamos en el escenario (muchísimas gracias a los chicos de Rauko, que nos prestaron todos sus instrumentos, facilitándonos la tarea del músico) y tocamos 9 canciones en 12 minutos. Stop Jactancio!. Set rápido, like a blitzkrieg. Toqué para la merda... estaba más concentrado en no romper cuerda que en el show. De todas formas fue lindo. Y a la noche, vino Ferdinando Ganem y Sra. Sol para deglutir algo en Gonnet. Tanto tiempo que no lo veía al mejor baterista de rock de La Plata...lo digo públicamente: una gran gran pérdida para el rock local, que el Moski no toque más los parches. Y así pasó el fin de semana, enjaulando a mi perro Jimi Hendrix, cortando el pasto, pensando y tratando bien a mi dama. Así lo quería hacer.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

se cayó el blog...

4:57 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Extraño cuando este blog se actualizaba todos los dìas.
Morphine

5:14 p. m.

 

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